vendredi 28 mai 2010

Brasil, narcotrafico y trullo*

La lancha que me lleva hasta la frontera desde Iquitos no deja ver gran cosa, deslizamos rápido sobre el agua, empujados por los caballos del motor. Pero el Amazonas, voy a tener 3 días para verlo tranquilamente entre Tabatinga y Manaus, tirado en mi hamaca, bebiendo cachaça a sorbitos, escuchando Forró y haciendo sociales con los brasileños. En 10 horas estamos en Santa Rosa, le ciudad fronteriza peruana. Formalidades de salida y ya estoy en Brasil, tudo bem! Esta misma noche, duermo en... Colombia, ya que esto es un punto triple: Tabatinga - Brasil - y Leticia - Colombia - son en realidad una misma ciudad, y uno puede moverse de la una a la otra casi sin darse cuenta que cruza alguna frontera. Kumis y vallenato, reminiscencias del pasado mes de noviembre!
En la fila del barco para Manaus, no bromean con los controles de policía: mucha droga se mueve por aquí, este parece ser una frontera estratégica. Mochilas abiertas en fila, cada prenda, cada bolsillo es escrutado; los perros olfatean todo. Y allí es cuando se va todo al carajo: recuerdo tener algunas hojas de coca desde el Machu Picchu, regaladas por una cholita por haberla ayudado a llevar algunos de sus bolsos. Dos semanas sin usarlas, se me había olvidado que las tenia en un bolsillo de la mochila. Las saco y se las entrego al militar enseguida, explicándole todo y pensando que esto seguirá su rumbo después de algunas amonestaciones... Que va. Enseguida también, él se pone de lo más chulo y enseña orgullosamente a sus coleguitas la mercancía, explicando lo que es de manera dudosa. Que bueno, han pillado a alguien, van a poder justificar su utilidad aquí, van a poder probar que no se tiran todo el día sin dar ni un palo al agua. Y con un poco de suerte no reducen las guarniciones el año que viene. De repente parezco ser el Escobar de Tabatinga. Me sacan de la fila y me llevan a la policía.¨Usted en barco no se ira hoy, le tienen que audicionar en la policía¨. Como?? Por un puñado de hojas mas secas que el Manzanares? Que coño! Intento hablar, explicar, pero no quieren saber nada. Y la verdad, mi portugués básico ayuda, pero no tanto. Tres gabachos más se unen - cuantos más, más divertido - y nos tiramos todo el día en la comisaría. Al día siguiente, nos presentamos delante de la juez, que tiene un escote mas profundo que el canyon del Colca; nos explica que faltando el fiscal tendremos que quedarnos hasta el 7 de junio - hoy es 27 de mayo. Blandine - que solo tenía caramelos de coca comprados en el duty free del aeropuerto de Lima!! - rompe en llantos y sin saberlo desbloquea la situación; la juez le coge cariño, llama al fiscal y acuerda con él tramitar el caso sola, sin esperarle. Por fin parece que no dirigimos a alguien sensato, y se agradece. Al día siguiente, después de juzgarnos, nos sermonea sobre lo malo que son las hojas de coca - pero se queda corta cuando le pregunto si les compra Coca-Cola a sus hijos - y nos deja libres. Sin multa ni na! Hasta me siento afortunado en ese momento! Justo a tiempo para saltar en el avión para Manaus y encontrar allí a mi hermanita que llega ese mismo día por la noche desde Francia.
Pero eso sí, maldita cholita!

*bueno, "trullo" no, pero venía bien para la dramaturgia y la rima...

jeudi 20 mai 2010

Huayhuash, Into the wild

Je pars tout seul dans la Huayhuash, en Rémi. Pas trop le temps d´attendre d´éventuels compagnons qui parfois tardent à se montrer où n´apparaissent jamais. Je trouve une tente, une gamelle, du gaz, une carte au 1/50000ème, fais le tour du marché et alourdis copieusement mon sac avec de quoi manger pendant 5 jours. Et je saute dans un bus pour Llamac le lendemain matin, avant même les aurores. La Huayhuash est assez reculée et depuis Huaraz et la Cordillera Blanca, quelques heures cahotiques de ¨colectivo¨ emmènent au fond de la vallée. Moises, le chauffeur, me laisse dans une courbe, ¨le sentier commence ici¨. Je commence à gambader, personne alentour, la montagne à moi. En passant du côté oriental de la cordillère, les paysages se font plus alpins et les glaciers apparaissent; les lapins et marmottes se carapatent lorsque je m´approche alors que les vaches et les chevaux m´observent curieusement. Premier campement: laguna de Mitucocha, au pied du Mituraju et Jirishanca, magnifique. Et encore mieux avec les lueurs du matin, lorsque je plie mon baluchon et continue ma route. A midi, je tombe sur la laguna de Carhuacocha; autour, quelques communautés travaillent la terre et entretiennent les chemins. Au fond,le Yerupaja chico et son grand frère, qui domine la Huayhuash à 6617m. Un petit coin de paradis. Luis Enrique et Calin, deux jeunes frangins, me racontent un peu leur vie ici, coupés du monde. Je continue, passe au pied du Siula Grande, où Joe simpson faillit y passer - Touching the Void, http://en.wikipedia.org/wiki/Touching_the_Void . A la nuit tombante, je suis content de voir se dessiner un peu plus bas le campement de Huayhuash. Le lendemain matin, variante, et qui dit variante dit je me paume un peu bien sûr; c´est plus fun comme ça quand même. Le Cerro Cuyoc, gigantesque dent verticale de roche, couverte de glace, trône de l´autre côté, dominant Huanacpatay; elle me fait penser au Fitz Roy, ou aux Torres del Paine. A Huayllapa, je dors chez Dorila et sa fille Jenny, me régale de leur pollo saltado et file des 6h de matin sur leurs conseils afin de ne pas payer les 35 soles de péage de la communauté locale... Dernière journée de marche; Benedicto me convie à manger à midi, fromage et pommes de terre; je l´invite à un café, il est passionné par le camping gaz. Le soir, dernier campement, Jahuacocha. Et c´est encore très beau. On ne s´en lasse pas, décidément.

lundi 17 mai 2010

A los Incas les molan las terrazas

Al Machu Picchu, te clavan, incluso antes de llegar. Nada más que para el tren, los cabrones. Otra vez los chilenos, esos mismos que les dieron tanta lata a los peruanos durante la Guerra del Pacifico y que ahora se aprovechan de nosotros, los turistas. Llaman la empresa PeruRail, pero por burlones. Y te cobran más o menos 1 US$ por km, entre Piscacucho, a pocos kilometros mas allá de Ollantaytambo, en el Valle Sagrado, y Aguas Calientes, al pie de la ciudadela. Un disparate vergonzozo que me negue a pagar; y a los rebeldes de pacotilla - los tacanos?? -, lo unico que nos queda, es darle la vuelta a la montaña y al valle del Machu Picchu: un viajecito en bus y combi de unas 6 horitas hasta los pueblos de Santa María  - casi ya en le selva! - y Santa Teresa, la travesía en tirolina del río Urubamba - jalado por un buen hombre por 1 sol -seguiditos por una caminata de unas 2h y media a lo largo de la vía del tren, para por fin llegar al anochecer a Aguas Calientes, un pueblo bien feucho, que podría parecer una estación de esquí alpina diseñada en los ochenta - bueno, seguro me apareceio más feo por el cansancio.
Pero claro, al día siguiente, todo cambia. A las 3h30 de la madrugada, a caminar para arriba, hasta la fortaleza; es que el lugar se merece un poco, y por eso los españoles ni se enteraron de su existencia - fue descubierto en 1911 por un tal Hiram Bingham, arqueologo americano, bajo las indicaciones de campesinos quechuas de la zona. Al entrar en la todavía penumbre de la noche, el lugar es totalmente fantastico y misterioso, por su belleza y su ubicación, este valle de montañas verdes tan inasequibles y remotas. El día difunde poco a poco sus tenues rayos en todo el recinto, hasta derrochar la luz deslumbrante pocas horas despues, con ese cielo tan azul. Que impresionantes esas terrazas, agricolas o de viviendas, que corren a lo largo, a lo ancho, y no llegan a contarse bien, por numerosas, cuando se mira con vertigo hacia abajo o se levanta la cabeza. En Pisac tambien dejan boquiabiertos, mientras las de Moray desconciertan. Y luego, llama la atención la grandeza, el tamaño del lugar. Las perspectivas tan variadas que se pueden disfrutar, perdiendose en los rincones de las templos, de las calles y salas, subiendo - arrecha la subidita!! - arriba del Huayna Picchu - la "montaña joven", al contrario del Machu Picchu, la "montaña vieja" o alejandose hasta la Puerta del Sol - otra, no la del Oso del Madroño no seais tontos. Un lugar impresionante, único, pese a la numerosa gente. Hasta a los ruidosos grupos de niños peruanos de la escuela les cogí cariño en algunos momentos: cuando me colaba a escuchar las explicaciones de las maestras sobre el Intihuatana y demás templos, y me imaginaba a los Incas leyendo las estrellas o haciendo señas de humo y de luz para comunicarse con el Cuzco.

* en el Valle Sagrado

mercredi 5 mai 2010

"Sous le Soleil" dans le Colca

Arequipa, une autre ville Blanche, après Mompós, après Sucre, après beaucoup d'autres. Dominée par le Misti  - des volcans, encore des volcans, et oui, on est dans les Andes, elles remontent jusqu'à Mérida, au Vénézuela - et son cône enneigé parfait. Et ses jolies rues coloniales, qui amènent jusqu'au Convento de Santa Catalina, véritable citadelle dans la ville, où les jeunes adulescentes espagnoles, contre une dotte bien fournie de leur famille, venaient se faire nonnes dès le 17eme.
A quelques encablures, le canyon del Colca, et son jumeau, celui del Cotahuasi, les plus profonds du monde. Où vivaient, avant l'arrivée - plutôt pacifique - des Incas, Cabanas et Collaguas. Les premiers kilomètres depuis Chivay jusqu'à Yanque, le canyon est plutôt une vallée, cultivée par les pueblos du coin. Puis le rio Colca creuse la gorge, les terrassements agricoles apparaissent, optimisant les surfaces cultivables. Et, agrément collatéral, dégageant une superbe palette d'ombres et de couleurs, verts, jaune, rouges. A Cabanaconde, perché sur la rive est du canyon, le sentier tombe: 3h de descente bien raide, une chaleur sèche et pas trop de camarades de "cordée", à part cette cholita surchargée qui descend...et remonte de l'autre côté déposer son fardas dans un village perdu. Elle avance doucement et quand on la dépasse, on se demande avec German si elle arrivera un jour. En bas, Llahuar est notre salut, un petit coin de paradis, un hospedaje monté de toutes pièces par un arequipeño 8 ans en arrière avec les moyens du bord, surplombant la rivière. Et pendant qu'il nous pêche la truite du soir, on se glisse dans les eaux thermales à deux pas de là.
Le lendemain, balade dans le canyon, sur l'autre versant. D'autres perspectives, d'autres couleurs - celles du lever - d'autres pueblos. La cochinilla* blanchit les cactus de la zone, de l'or blanc pour les locaux: ramassée à la petite cuillère, elle est séchée et vendue 200US$ le kg!! Puis on se fait un Gringo Time dans les piscines de Sangalle, l'oasis un peu tout much fiché dans le fond du canyon. Avant les 1200m de remontée "Sous le Soleil" jusqu'a Cabanaconde, une bière dans une Bonne Auberge et un match de Copa Libertadores entre Alianza Lima et la U de Chile, qui terminera en psycho-drame avec l'élimination polémique d'Alianza. Le Pérou n'ira pas à la coupe du monde, mais le foot, ici aussi, c'est sérieux - surtout contre les chiliens.

*la cochinilla, ce petit hémiptère (Hhhhmmm??) utilisé par les communautés andines comme pigment textil (couleurs rouge, violet, orange, gris, noir)  http://es.wikipedia.org/wiki/Dactylopius_coccus